La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) puede ser identificada cuando una empresa adopta acciones que van más allá de las definidas por la ley. Estas acciones están relacionadas con el desarrollo sostenible, como cuando las empresas hacen la evaluación de su actividad de acuerdo con el impacto económico, social y ambiental.

Estas medidas no pueden ser opcionales o únicas, incluyendo una perspectiva global de la gestión de una empresa ininterrumpidamente.

Podemos decir que la RSE existe cuando las empresas hacen la gestión de sus actividades. Integrando preocupaciones, intereses y beneficios de todos interesados en la empresa y actúan con una acción proactiva para mejorar las condiciones existentes con un sentido de crecimiento sostenible en el medio ambiente.

No obstante, es en épocas de crisis que las políticas de responsabilidad empresarial tienen mayor importancia y visibilidad, pues son medidas concretas de actuación en circunstancias de vulnerabilidad.

Son muchas las medidas que pueden ser aplicadas dependiendo de cada empresa, en función del sector de actividad y del contexto geográfico.

Indicamos varios ejemplos de medidas prácticas de RSE:

Conciliación entre vida familiar y vida profesional;
Igualdad de oportunidades y diversidad;
Reconocimiento y recompensa;
Empleo sénior;
Programas ocupacionales para jubilados;
Formación y desarrollo de carreras profesionales;
Servicios de salud;
Patrocinio y donativos;
Colaboración con instituciones.

Conclusión

Siendo un concepto en evolución, las actividades deben ser encuadradas con el público objetivo en función de los recursos y con los resultados que se pretenden obtener.

La implementación de estas medidas por parte de las empresas es una tendencia cada vez mayor de forma a aumentar el valor interno y externo, mejorando las condiciones del funcionamiento de la empresa y su aceptación en el mercado.